ARMANDO OJANGUREN, Mandi para los amigos.

ARMANDO OJANGUREN MONTES

Mandi Ojanguren. Oviedo

            La historia siempre está presente y, aunque en este caso no se hiciera, y “si de bien nacidos es ser agradecidos”, las banderas de la ciudad debían de haber ondeado durante tres días a media asta: don Armando Ojanguren Montes (Mandi para los amigos), bien se lo merecía. A última hora del martes me comunicaron la fatal noticia; quieren creer que el dolor que sentí por la pérdida de un gran amigo y carbayón de pro quiso que en mi mente todas las banderas oficiales de Oviedo y Asturias luciese un crespón. Porque Mandi fue una de esas personas que, con su presencia, daba prestigio a nuestra ciudad. Tropezarle por cualquiera de las calles de Vetusta, esas que él tanto paseaba, era un verdadero placer. No voy a hablar de sus cualidades, todos los que gozamos del privilegio de su cercanía las conocemos a fondo. Ahora llegó el momento triste de la despedida. Armando (Mandi), que la tierra te sea benigna. Más todavía, que sea en compañía de Ludi, cuyo fallecimiento, hace menos de un año, no pudiste superar.

Desde la Sociedad Protectora de la Balesquida, de la que eras socio, nuestro más sincero recuerdo.

OVIEDO EN LA SOLAPA