Menos de un mes llevo residiendo en Oviedo y ayer me enteré que hoy, la ciudad, celebra la fiesta más importante del calendario local.

Un foriatu perdido en el Martes de Campo

Menos de un mes llevo residiendo en Oviedo y ayer me enteré que hoy, la ciudad, celebra la fiesta más importante del calendario local.
Las alegres notas de charangas y bandas de gaitas penetraron por mi balcón y tras ellas me lancé a la calle. Cuando quise darme cuenta estaba en el Bombé, hermoso paseo preñado por un mar de mesas y sillas ocupadas por miles de ovetenses dispuestos a dar cuenta del tradicional “bollu preñáu”.
Aroma para gourmets el que allí se respira ¡Qué envidia! Pues tienes que ser socio para poder degustarlo. La proverbial cortesía carbayona me lo facilitó. Tras inscribirme, por un módico precio que incluía una serie de prebendas, me incorporé al festejo. Pronto escuché

.-¿Está solo? ¡Venga, siéntese con nosotros!

En Oviedo, más un día como el de hoy, todos somos amigos. El “bollu” es júbilo compartido sin distinción de clases sociales. Después de una larga sobremesa en la que por doquier se desgranaron preciosos “cantarinos”, nos despedimos con un sonoro

¡Viva la Sociedad Protectora de la Balesquida! Y, hasta el próximo año.

HAZTE SOCIO, HAZTE SOCIA (10€ al año)