SIDRA EN UN CULÍN DE RENGLONES

El aquí te pillo aquí te mato, no vale para la sidra que, para conquistar su corazón, requiere un tiempo de relación sentimental. Cuando esto sucede, en el instante que el chorro de oro líquido comienza a desgranar música celestial sobre el vaso, y a la vez derrama luz y color, sin más, quedamos atrapados por su bondad.

De su peculiar vocabulario, que en su día recopiló Manolo Avello, destacamos esta selección: ta buena, pue bebese, ta mal echada, ta amante, fai buen vasu, a mí gústame, espalma bien, tien…no sé qué, ye puxarra, ta barrigona, ye del sapu, De la sidra, en clave de humor, decía el poeta asturiano Vital Aza: “Esta bebida es tónica, sedante, febríluga, diurética y laxante”. Si nunca la han probado, antes de entrar al llagar, lean esto y tomen más de un culín para apreciar su sabor.