
MURALLA Y PUERTAS DE OVIEDO
¿Se imaginan la cerca que protegía Oviedo y sus tesoros de los asaltos árabes y normandos? Alfonso II, el Casto la creó, el III, el Magno, la amplió y completaron su misión el IX y el X, el Sabio. Desgraciadamente, apenas quedan restos ¡Qué pena!
MURALLA Y PUERTAS DE OVIEDO
Desgraciadamente, apenas quedan restos. Si bien, acudan a la imaginación y, virtualmente, visualicen la cerca que protegía Oviedo y sus tesoros de los asaltos árabes y normandos. Alfonso II, el Casto la creó, el III, el Magno, la amplió y completaron su misión el IX y el X, el Sabio. Don Fermín Canella, a finales del siglo XIX, así describe la línea de la muralla señalándola por sus puertas. “Comenzaremos por la de Cimadevilla, seguía por detrás de las Consistoriales hasta el arco llamado de San José, que hoy comunica la Plaza con la Pescadería; bajaba por detrás de las casas de la calle del Sol al arco y puerta de la Soledad, cerrando la actual calle de Mon, y más abajo tenía entrada o postigo en la calle de San José. Continuando por el Paraíso hasta la puerta de la Noceda, en San Pelayo, desde aquí, casi pegada al Monasterio, llegaba a la puerta de la Gascona y enseguida por detrás de San Juan al arco y puerta de Socastiello. Avanzaba dando la vuelta y tenía nuevas entradas donde hoy comienza la calle de San Francisco y termina más allá la de Altamirano, para seguir por la del Peso a la dicha puerta de Cimadevilla, que sirvió de punto de partida”. De toda su estructura, tan solo se conserva muralla, con su paso de ronda, a lo largo de Paraíso y uno mínimo en la del Peso. ¡Qué pena!
Imagen del «Oviedo Redondo» del plano de Reiter de 1777
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