En el Boletín de Educación de Oviedo del año 1934 en los numeros 3 y 4 se describe como se gestó el Reformatorio:
«En cierta ocasión estaba un gobernador de Oviedo contemplando una pequeña banda de muchachos de 10 a 13 años organizada para el robo. Tenían toda una colección de útiles para tal fin y el «capitán» era un chiquillo de aire despierto. El gobernador perplejo ante lo que veía consideró que en la cárcel común tendrían patente de ladrones de oficio, mientras que jueces experimentados en comportamientos infantiles serían más eficaces con medidas de rehabilitación. Dos años más tarde el Reformatorio estaba en marcha en una finca en los alrededores de Oviedo. El coste de la obra, 80000 duros. Se sostenía con una rifa benéfica y subvenciones provinciales y locales de Asturias.»

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