Conferenciante: Saúl Martínez Mendaro. Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Oviedo y Magíster en Museografía y Exposiciones por la Universidad Complutense de Madrid. Fue responsable del Centro de Documentación del Museo del Ferrocarril de Asturias y actualmente trabaja como director de programas en la Fototeca del Muséu del Pueblu d’Asturies. Presenta: Willy Pola, directivo de la Sociedad Protectora de la Balesquida.
JUEVES 30 de marzo. Club de Prensa Asturiana. La Nueva España. 19:30h ENTRADA LIBRE
11712. Ediciones Alarde La jaula de Petra en el Campo San Francisco, h. 1960. Colección Muséu del Pueblu d’Asturies
15148. Mario Guillaume Vista general de Oviedo desde el norte. h. 1910. Colección Muséu del Pueblu d’Asturies
Durante la Edad Media nacen los gremios y asociaciones de artesanos y comerciantes para defender sus intereses particulares del oficio y a la vez se ejercitarán en obras de caridad bajo la advocación de un santo patrono. Constituían así las llamadas cofradías gremiales civiles. En contraposición, había cofradías religiosas formadas por fieles que dirigidos por el Ordinario de la Diócesis se organizaban en las iglesias para ayudar y auxiliar al clero en el sostenimiento del culto. También se llamaban hermandades de legos, que a la vez se orientaban a la obtención de sufragios para la otra vida.
Gremio de los sastres.
En Oviedo existieron varias de este tipo: la de los Clérigos del Coro, la de los Capellanes de San Tirso, la de la Cámara Santa, etc. Pero la que tuvo mayor importancia fue la de Santa María del Rey Casto, integrada por laicos, eclesiásticos, hombres, mujeres, nobles y burgueses de todos los niveles. Para pertenecer a ella pagaban una cuota de entrada y una aportación anual. Recibían donaciones según el estatus del donante, las cuales iban destinadas a plegarias y sufragios por los difuntos y procedían de las admisiones en la cofradía, de herencias de difuntos, principalmente bienes urbanos (casas, huertos solares, hórreos, lagares, etc). También objetos de valor ( joyas, ornamentos litúrgicos, así como donaciones en metálico ).
En esta cofradía del Rey Casto destacan las donaciones de mujeres de la burguesía local, viudas o no , que entraban a formar parte en las mismas condiciones que los hombres. Los aportes de los cofrades sufragaban las exequias de los difuntos y los servicios religiosos, las pitanzas anuales de los cofrades, las retribuciones de los capellanes y el pago de salarios. Como buenos administradores practicaban una política inversora dedicada a la conservación del patrimonio de la Cofradía y en el «Libro de Regla» quedaban inventariadas todo tipo de donaciones tanto de las donadas por los ovetenses como las que procedían de parroquias rurales. Hacia finales del siglo XV las donaciones fueron a menos sin que nunca más se recuperase el auge de los primeros tiempos de su fundación, que superaba con creces el patrimonio de las cofradías gremiales de peleteros, alfayates, carniceros, zapateros, etc.
FUENTES: La cofradía de Santa María de Rey Casto de Oviedo. Aproximación a su patrimonio urbano (siglos XII- XV). Academia.edu Dialnet.unirioja María Álvarez Fernández: Corporaciones profesionales y cofradías religiosas de una ciudad del Reino de Castilla (s.XIII-XV)
Una solapa de Carmen López Villaverde, directiva de la Sociedad Protectora de la Balesquida.
Conferenciante: Doña Carmen Blanco López. Catedrática de Universidad Área de Química Analítica. Presenta: Manuel Gutiérrez Claverol, directivo de la Sociedad Protectora de la Balesquida.
Club de Prensa Asturiana. La Nueva España. 19:30h ENTRADA LIBRE
A principios del pasado siglo apenas existían en Oviedo comercios que vendiesen trajes y vestidos de confección por lo que la ciudad destacaba por tener un gran número de almacenes y comercios de paños de calidad y de sastres y modistas que los confeccionasen. Hoy vamos a dedicar esta solapa a recordar aquel «buen vestir» de Oviedo tomando como referencia un almacén de géneros al por mayor y una sastrería que los transformaba elegantemente.
ALMACENES DE PAÑOS, FORRERÍA Y LANERIA VILLAR Y CARRAL, situada en UrÍa 27 y creada en 1914 bajo la razón social José Villar y Compañía, formada además por D. Florentino Carral. En 1918 ambos socios convinieron en que en el nombre de la sociedad figurasen los dos, Villar y Carral que la dirigieron con gran acierto y dado su incremento ampliaron el almacén abriendo otra entrada por el número 9 de Palacio Valdés. Tenia 100 metros de fondo, repartidos en 3 naves que se comunicaban entre sí, destacando la central por sus dimensiones. Estaba considerado como una de las mejores pañerías de España que surtía además de a Asturias a otras provincias como las de Galicia, Santander, Bilbao, Valladolid etc…
CHEQUE JOSÉ VILLAR Y COMPAÑÍA. OVIEDO ASTURIAS AÑO 1920. Imagen de todocoleccion.net
Se decía entonces que «el sastre hace al hombre ser persona distinguida «, que el sastre tenia que ser artista en su oficio, sujetándose «a cada caso», para obtener un resultado favorable . Y como artista en su oficio se considera a D. ANGEL R. SORIA (Calle Fruela, 18 Principal, Tfno.392, frente a la Diputación ). Así constaba en los anuncios. Soria no sólo era considerado en Oviedo y en Asturias, sino que tenía numerosa clientela en diferentes lugares de España y sobre todo en Madrid, pues según se comentaba, además de brillante en su oficio, sus precios estaban al alcance de todos los bolsillos.
FUENTES: Libro de Asturias 1923-24. Guía monumental, histórica, artística, industrial, comercial y de profesiones.
Foto de portada: Sastrería Masaveu, calle Cimadevilla Oviedo a finales del siglo XIX y principios del XX.
Una solapa de Carmen López Villaverde, directiva de la Sociedad Protectora de la Balesquida.
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Unidos por la calle Adelantado de la Florida donde se encuentra la Colonia San Feliz.
El Campo de los Patos, según José Ramón Tolivar Faes, figura ya en un documento del siglo XVI. Hasta mediados del XIX era una zona rural en el extrarradio, de terreno pantanoso propio para la habitabilidad de aves palmípedas que se criaban en las muchas charcas que configuraban la zona, hasta el punto de que existía una posada o casa de huéspedes que aprovechando las charcas del entorno criaba patos, por lo que se la conocía por el nombre de «Casa de la Goleta de los Patos «. Desde finales del XVIII hasta 1829 el Campo de los Patos acogió el mercado de ganado que había en el Fontán. De 1918 a 1937 pasó a llamarse «Plaza del Marqués de Mohias», pero de nuevo prevaleció su primitivo nombre.
Campo de los Patos. Oviedo
Lindando con el Campo de los Patos está el campo de la Vega. Su nombre proviene del monasterio benedictino de Santa María de la Vega. Siguiendo la «costumbre» de cambiar el nombre de calles y plazas, en 1905 pasó a llamarse del Obispo F. Castro y posteriormente desapareció del nomenclator por obras de ensanche en la zona.
Campo de los Patos. Oviedo. Colección de Isabel Tuñón en Pinterest
Entre estos Campos unidos por la calle Adelantado de la Florida, la colonia San Féliz, primer ejemplo de residencia para obreros, vinculada a la Fábrica de Armas de la Vega, construida según la ley de Casas Baratas. El solar fue donado por D. Antonio Sarri y Oller, Marqués de San Feliz, de ahí su nombre. Se inauguró en 1924. Son viviendas unifamiliares con espacios libres entre ellas, siguiendo la moda del momento en lo que se refiere a favorecer la mejora de la vivienda obrera. La Linea número 2 del tranvía Colloto – Buenavista comunica la zona con el centro de Oviedo. Relativo a esta Colonia publicó Chus Neira el 20 de Marzo de 2009 en la Nueva España, una curiosa anécdota: el impacto que le causó a Yolanda Lobo cuando llegó a Oviedo que dijo «algún día tendré una casa como esta». Y así fue , porque Yolanda Lobo, que regentó el famoso local nocturno de «La Santa Sebe» en la calle Altamirano, con el paso del tiempo llegó a comprar «La Pomposa «, la casa de la colonia que fue de Magdalena Lebrero, hija de un maestro armero de la Fábrica. El artículo se titulaba ¡FELIZ EN LA COLONIA».
Campo de los Patos, Oviedo, hoy en día. Imagen La Voz de Asturias
FUENTES: El Comercio José Ramón Tolivar Faes «Nombres y cosas de las calles de Oviedo» El tesoro de Oviedo La Voz de Asturias Enciclopedia de Oviedo La Nueva España Imagen Patrimonio Industrial Asturias
Una solapa de Carmen López Villaverde, directiva de la Sociedad Protectora de la Balesquida
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Las diligencias, medio de transporte en el recuerdo, tenían en Oviedo estacionamientos determinados. Las primeras paradas estuvieron situadas en la plaza de la Catedral y en la Corrada del Obispo. En la Plaza de la Catedral paraban las que hacían el trayecto a Madrid y de ahí salió a estudiar a la capital nuestro novelilla Armando Palacio Valdés, según él mismo nos cuenta en la «Novela de un novelista «. De la Corrada del Obispo partían las que se dirigían a la zona oriental de Asturias. Aquí, en la Corrada en 1886 se produjo una manifestación de curas en protesta por el castigo impuesto por el obispo Fray Ramón Rodríguez Vigil al capellán del hospicio, que fue confinado a Valdedios, por haber incurrido en ataques contra él. A despedir al sacerdote acudieron sus partidarios y al arrancar la diligencia hacia su destino todos levantaron al aire sus sombreros de teja delante de «las narices del Obispo».
Diligencia. Asturias
Andando el tiempo se crearon otras paradas en Campomanes y Santa Susana. De Campomanes a través de la calle Magdalena, el Carpio y el Postigo, dirección Siero y Gijon. De Santa Susana, hacia Luarca.
Al lado de las paradas se establecieron fondas con buenos servicios. Destacan en Campomanes la de Manterola, la de Madrid, la Ferrocarrilana, la Amistad y la Suiza. En la Puerta Nueva (final de Magdalena), la fonda La Capitana, debía su nombre a que estaba situada junto a una fuente del mismo nombre, cuyas obras, para ponerla en servicio, las había pagado la viuda de un capitán de los tercios de Flandes, según se decía.
Comedor del hotel Covadonga. Oviedo. (Archivo Municipal de Oviedo)
Cuando las administraciones de las diligencias ampliaron su radio de acción hacia el Campo de la Lana, hoy Jovellanos y Argüelles, las fondas famosas de esa zona eran, la Colunguesa, la del Gavito y la de Porru. La Gascona, se estableció en la calle de su nombre, fue muy famosa y en ella se hospedó Jorge Borrow, conocido como Jorgito Inglés, vendedor de Biblias prohibidas por cuenta de la Sociedad Británica y Extranjera de Londres.
Una solapa de Carmen López Villaverde, directiva de la Sociedad Protectora de la Balesquida
FUENTES: Caminos y viajeros de Asturias, editado por ALSA LNE
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Estimados socios: Nos dirigimos a ustedes para informarles que la Junta Directiva, en su reunión del lunes 28 de noviembre de 2022, acordó incrementar la cuota social en 2 euros, quedando así el importe anual de la cuota en 12€. Han pasado 8 años desde la última subida y, aún contando con la aportación municipal, necesitamos este aporte extra para mantener las actividades que tradicionalmente venimos desarrollando, al menos con el alcance que hemos logrado hasta la fecha. Confiamos en que no suponga un inconveniente y así poder seguir contando con todos ustedes y con la llegada de nuevos socios. Entre todos lograremos mantener vivas las tradiciones que están vinculadas a esta entidad desde hace 92 años.
Muchas gracias por su esfuerzo y comprensión. Un cordial saludo y Feliz Año 2023.
Junta Directiva Sociedad Protectora de La Balesquida
La calle Cimadevilla fue durante mucho tiempo la más importante de Oviedo. En ella se encontraba el comercio, los cafés, locales bancarios y animadas tertulias. El principio del fin de su apogeo tuvo lugar el 23 de Julio de 1874 cuando se inauguró la Estación del Norte. Por Cimadevilla pasaban los medios de transporte de la época. (La peatonalización llegaría mucho más tarde). Las diligencias tenían parada en la Plaza de la Catedral y en la Corrada del Obispo y plantearon muchos problemas por la forma de «conducir» de los mayorales, ¡a galope tendido! por lo que los accidentes de circulación en los caminos y calles de las ciudades eran bastante frecuentes.
Un carruaje que hacía el trayecto entre Oviedo y Tineo, a mediados del siglo XIX
Sobre este medio de transporte, propio del siglo XIX se han escrito curiosidades y anécdotas y toda una historia de viajes. Y también del caos circulatorio que provocaban en las calles de las ciudades, como el que se relata en esta solapa, protagonizada por un coche de caballos llamado el «SIGLO XIX» que hacía el servicio desde Oviedo al cercano balneario de Las Caldas de Priorio. Al entrar en Cimadevilla en dirección a la Plaza de la Catedral, no sabemos a que velocidad, pero a más de la debida, se estrelló contra la pared de un comercio llamado «Fin de Siglo». Al comercio le llegó su fin antes de lo previsto y el carruaje también debió hacer «punto y final».
La publicidad de hoy día dice que «de Oviedo a Las Caldas 10 minutos» . En la ocasión aquí descrita seria toda una aventura el recorrido.
Una solapa de Carmen López Villaverde, directiva de la Sociedad Protectora de la Balesquida.
FUENTES: Caminos y viajeros de Asturias. Editado por ALSA Diario El Comercio Imagen La voz de Asturias
A partir del siglo XVIII el chocolate se convirtió en una bebida de moda de la alta sociedad europea. Con el uso de la energía eléctrica a finales del XIX y principios del XX, el proceso de fabricación experimenta un cambio en la producción que lo abarata y el consumo se populariza.
Entre 1850 y 1950 Asturias contaba con 302 fábricas de chocolate, de las que 42 estaban ubicadas en Oviedo. Eran pequeñas y medianas fábricas artesanales que trabajaban el cacao importado de ultramar. La fábrica más antigua de la que se tiene noticias data de 1853 y estaba en Oviedo, la Perla Americana, ubicada primero en el número 3 de la calle la Rúa y trasladada después a Santa Susana en I872. Ganó 15 medallas de Honor en varias exposiciones. Surtió al Vaticano durante los pontificados de León XIII y Pío IX. EL 7 de Junio de 1897 el Papa León XIII concedió a su propietario, Antonio Sarria Oller el título pontificio de Marqués de San Feliz. Estuvo en actividad hasta 1928. En sus dependencias se llegaron a elaborar 22 variedades de chocolate. También se dice que aquí se hizo el primer ensayo de luz eléctrica en Oviedo. El edificio abandonado, fue demolido en 1973.
FABRICA DE CHOCOLATES «LA PERLA AMERICANA» Calle Santa Susana hacia 1872. Foto de Arquitectura Oviedo
Con el paso del tiempo fueron apareciendo nuevas fábricas. En I897, la Italiana, que contaba con 115 empleados. La Asturiana, de procedencia leonesa, que participó en 1901, en la exposición de Alejandría, año de su fundación. Chocolates La Cibeles, en 1917, traía en sus tabletas los cromos de «Las aventuras de Pinín que de Pinón ye sobrin». Hasta 1945 funcionó La Covadonga, cuyo eslogan era «limpieza y esmero». La Independiente, obtuvo medalla de Honor y de Plata en la exposición de Milán de 1921. En 1950 otra fábrica se anunciaba así, «Si es Osnola que no sea una taza sola». También tenían las tabletas cromos coleccionables como «la vuelta al mundo en 80 días», «La conquista del Polo Norte» o el «África salvajr». Chocolates Mavi editó coleccionables como «La historia de los conquistadores». Acompañaba a sus ventas regalos diversos con su eslogan, «me convencí y chocolates Mavi pedí».
Chocolates La Cibeles. Oviedo
CARTEL DE CHOCOLATES MAVI. MUSEO DEL PUEBLO DE ASTURIAS.
Podríamos seguir enumerando la larga lista de las chocolaterías ovetenses, pero terminaremos con algunas cuya razón social y actividad transformada, siguen hoy día, es el caso de Camilo de Blas procedente de León y establecido en Oviedo desde 1927. Otras populares fueros la de los Llavona, de principios de los años 20 y cerramos con La Popular, regentada por D. Armando Ojanguren, (director de la academia de su nombre), situada en la confluencia de la calle Mon con Canóniga.
La mayor parte del cacao utilizado procedía de la Guinea Española y Fernando Po, pero a partir de la independencia en 1968, suben los precios, se introducen cambios en los procesos de producción y las grandes empresas hacen que «el pez grande se coma al chico», de manera que estas pequeñas fábricas artesanales van desapareciendo por la competencia de las grandes marcas. Entre 1925 y 1945 Asturias era la cuarta productora de chocolate de España.
Una solapa de Carmen López Villaverde, directiva de la Sociedad Protectora de la Balesquida.
FUENTES: Chocolate publicidad en Asturias, editado por el Museo del pueblo asturiano, de Claudia Prieto Rodríguez La Voz de Asturias El blog de Acevedo
La tradición nos dice que el edificio más antiguo de Oviedo es el monasterio de San Pelayo y aunque nada hay seguro sobre su fundación, ésta se le atribuye al Rey Alfonso II el Casto en el año 797 con el nombre de San Juan Bautista y más tarde de San Pelayo porque en él se encuentran las reliquias del niño Pelayo martirizado en Córdoba y trasladado aquí en el año 994. Un monasterio tan antiguo guarda en su haber múltiples historias de la vida monástica, entre ellas una «toma de hábitos» tremendamente accidentada, que tuvo por escenario la capilla del monasterio.
Corría el año 1601, acababa de fallecer la Abadesa. El primer acto oficial de su sucesora es la profesión de una novicia. El Abad del vecino monasterio de San Vicente oficiaba la misa. Al imponer el velo a la novicia entra violentamente el juez mandado por el Obispo que «arremetiendo con alboroto, quitole la mitra y el báculo, haciendo éste pedazos y quedándose con él, que era de plata». Lamentable espectáculo entre el Juez, el Abad y los caballeros acompañantes del padre de la novicia discutiendo si los abades tenían o no privilegios papales para oficiar de Pontifical. El Abad se lamenta de su situación; el Juez, obedece al Obispo y los monjes de San Vicente recurren a la Cancillería de Burgos alegando que el Papa concedió a los abades de los monasterios el privilegio de oficiar de Pontifical.
San Pelayo es el único monasterio benedictino de Asturias que conserva una comunidad religiosa sin interrupción desde el siglo 9 hasta hoy.
FUENTES: Los asturianos y sus cosas» por Carlos Maria de Luis La Nueva España «Una accidentada toma de hábitos» Foto A. Passaporte Fototeca del Patrimonio Histórico